Dos hombres esperan junto a un columpio la llegada de Samuel para celebrar una fiesta. Pasa por allí el señor profesor, les da la lección y se marcha. El tiempo pasa, no deja de pasar, no termina nunca de pasar, nunca... Jugando, esperan otro día más. ¿Y si hoy ya fuera mañana?
Subidos al columpio, tal vez puedan escapar.