MADAMA BUTTERFLY


musical
Todos los Públicos

MADAMA BUTTERFLY

Sinopsis




En Nagasaki a principios del siglo XX.

ACTO I

Una casa japonesa situada en medio de los jardines de una colina.

Goro, el casamentero, conduce al oficial de la marina estadounidense F.B. Pinkerton a través de distintas habitaciones y le describe sus comodidades.

Goro golpea las manos y aparecen Suzuki y dos sirvientes que saludan sumisos y ceremoniosos al norteamericano. La única que habla es Suzuki, elegida como doncella de la futura ama de casa, cuya excesiva locualidad provoca una cierta incomodidad en Pinkerton. Goro los despide. Pinkerton recibe a Sharpless cónsul de su país, que asciende por la colina. Pinkerton le informa que -de acuerdo con el derecho japonés- ha adquirido la casa por 999 años, pero el contrato puede ser rescindido en cualquier momento. Goro les ofrece bebidas. Los dos norteamericanos celebran un brindis por el joven intrépido oficial, dueño del mundo y que por doquier encuentra aventuras de todo tipo. El cónsul le hace una ligera reflexión: ¿esta vez no ha ido demasiado lejos en su juvenil ligereza?. Pinkerton ríe, travieso. Le espera la felicidad de un tierno amor. Ha adquirido una esposa, también por 999 años -según la ley japonesa- y podrá abandonarla cuando lo desee, si se harta de ella.

Mientras suenan unos compases del himno nacional ambos brindan por Estados Unidos. Goro el casamentero, entra corriendo anunciando la llegada de la novia, que ha querido hacer una entrada solemne, acompañada de sus parientes y amigas, que molestan a Pinkerton por su constante parloteo. Butterfly se presenta ante Pinkerton, que le hace algunas preguntas; ella responde que, pese a su origen familiar noble, se ha visto obligada a trabajar como geisha a causa de su ruina económica. Se considera ya casi una anciana porque ya ha cumplido quince años. El cónsul e incluso el pro